Ha venido tu sonrisa franca a ganarle la batalla a mi tristeza.
Ha venido tu abrazo certero a ganarle la batalla a mi inseguridad.
Han venido tus manos a atarnos la cuerda.
Han venido los ejércitos de tu nombre a ganarle la batalla a mi olvido.
Han ganado. Y entonces,
Ha ido mi amor a ganarle la batalla a tu calma.
Han ido mis besos a ganarle la batalla a tus dudas.
Quizá algún día ganemos esta guerra.